Paseando [libre]

Ahogué un grito de sorpresa cuando me cargó
--Queda por... la zona residencial, no muy lejos de aqui--murmuré con los ojos cerrados, recargué mi cabeza en su hombro y bostecé un poco más.

La acomodé a mi espalda mientras caminaba tranquilamente, mas que nada para no molestarla mucho con el trote de mis pasos. -En casos como estos, es cuando viene bien tener habitación en la hermandad... -comenté divertido y giré mi rostro mirándola cuando se recostó sobre mi hombro.

--Si... ya pediré una, no me importa compartirla, es lo de menos--bostecé y le sonreí al ver que giraba su cabeza para mirarme

Sonreí en respuesta a su leve sonrisa camuflada por el sueño que obviamente se le echaba encima. -No creo que te hagan compartir... -rodé los ojos y suspiré. -Si tuvieses una de seguro nos veríamos mas, siempre ando por la hermandad... -reí por lo bajo y di un salto al bajar un desnivel acomodándola de nuevo a mi espalda para que no se resbalase.

Casi me resbalé de la espalda de Drake y eso hizo que el sueño disminuyera un poco
--Mañana sin falta pediré una--sonreí abriendo los ojos, lentamente los volví a cerrar y bostecé bajito

La acomode a mi espalda con mas seguridad para que no resbalase y retomé el camino, ya estabamos en la zona residencial supuse que no andariamos lejos de su casa. -Me parece una idea perfecta... -la miré sonriente y reí por lo bajo. Segun las indicaciones que me dio medio dormida estabamos ya en su casa. -Ultima parada... venga dormilona abajo... -dije mientras la bajaba de mi espalda con cuidado.

--Gracias, Drakito--bromeé y le di un beso en la mejilla
Caminé hacia la puerta del edificio de mi departamente y abrí--¿Entras?--pregunté

Reí divertido ante su apodo y sonreí ampliamente cuando besó mi mejilla. -¿Me invitas? -alcé ua ceja sin dejar de sonreirle. -No quiero molestar... y creo que necesitas dormir, eh? -dije viendo como bostezaba de nuevo.

--No hay problema, no molestas y en cuanto a lo de dormir... puedo sobrevivir--reí aun con la mano en la puerta

Ladeé ligeramente la cabeza, la verdad es que si no le molestaba a mi tampoco me importaba hacerle compañía, aunque seguía pensando que en cualquier momento se quedaría dormida. -¿De verdad que no estás cansada? -alcé una ceja sonriendole. Empezó a sonarme el móvil y lo cogí mirando quien era, hice caso omiso rechazando la llamada pues no me apetecía cojerselo. -Perdona, gente pesada... -rodé los ojos y la miré.

--No hay problema--contesté sonriendo--Vamos, aunque sea unos minutos--quité mi mano de la puerta y junté mis manos